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sábado, 18 de abril de 2015

NUESTROS SACERDOTES


En nuestra parroquia tenemos, gracias a Dios, a dos sacerdotes que entregan su vida siguiendo a Cristo y sirviendo a los demás. Son el párroco Ignacio López Ortega y el vicario pastoral Iban Munilla Ereña. Estamos acostumbrados a verlos, a dialogar con ellos, les escuchamos en las homilías y aprovechamos su disponibilidad para llevarles muchas de nuestras preocupaciones y limitaciones, especialmente en la confesión. 
Ellos son PIEDRAS VIVAS del templo que es nuestra iglesia local, y desean ayudarnos en nuestro camino de santificación. Para profundizar en esta su tarea y misión traemos hoy unas palabras del Papa Benedicto XVI, que pronunció en la audiencia general del miércoles 5 de mayo de 2010 en la Plaza de San Pedro.

La identidad y la misión del Sacerdote: 
Anunciar la Palabra y administrar los Sacramentos

"Queridos hermanos y hermanas:

Quisiera hablar hoy de la misión de santificar de los sacerdotes. Santificar una persona significa ponerla en contacto con Dios, con el ser de Dios que es verdad absoluta, bondad, amor y belleza. Esto no puede venir como fruto del esfuerzo del hombre, sino que es Dios mismo quien lo realiza. Parte esencial de la gracia del sacerdocio es el don y la misión de crear este contacto, que se realiza en el anuncio de la palabra de Dios y, de un modo particularmente denso, en los sacramentos. En efecto, la salvación sólo la podemos recibir de Dios, que nos atrae y obra en nosotros por medio de realidades materiales, que Él mismo ha escogido. Es preciso, pues, que los sacerdotes se dediquen con generosidad a la administración de los sacramentos, a dar a sus hermanos el tesoro de gracia que Dios ha puesto en sus manos, no como dueños, sino como servidores. Y, junto a esto, ayudar a los fieles a vivir plenamente la liturgia, el culto y los sacramentos como don divino gratuito y eficaz para la salvación."

Papa Benedicto XVI